viernes, 1 de junio de 2012

Como un poeta de una película coreana.

aquella tarde esperé
con un animal atormentado en el pecho
en uno de los bancos de la universidad
y todo a mi alrededor me susurraba que había fracasado
mientras mis manos sobre las rodillas
contaban una triste historieta de cinco años atrás

(hacía varios meses que ya no soñaba
y por mucho que yo lo intentara
ya nadie me tomaba por un chico malo).

caía la tarde. en el cielo, lucecillas
quizás se anunciaba algo, I couldn't care less.

junto a la fuente, dos palomas rechonchas
despertando la imagen de tus senos una mañana:
te mirabas al espejo
con el pelo algo enmarañado y esa sonrisa
capaz de hacerme desear ser
uno de los hombres buenos que alimentan a las palomas.

estaba en el banco, junto a mí algo centelleaba en la fuente,
los hombres pasaban, se estrechaban en brazos,
se separaban
y yo estaba triste como un poeta de una película coreana
pensando en que debes marcharte
y que las nubes son tan hermosas


Un poema de Claudiu Komartin, inédito en volumen.